Rindámonos, hay que aceptarlo.
Se dice que el 70% de la comunicación humana se expresa a través de lo no-verbal, un lenguaje que incluye gestos corporales (una mirada profunda), silencios, sentimientos…etc., y dicho esto: ¿Quién no ha pensado alguna vez la razón de que a veces cuando vemos a alguien, sentimos una extraña y profunda atracción por esa persona?. Pero como dijo Pascal “el corazón tiene razones que la razón desconoce”.
La cuestión es que esto sucede, y ocurre incluso en personas nada sospechosas de ser consideradas superficiales, ingenuas ó enamoradizas. Y también sucede que suele ser recíproco. La teoría de que ciertas características y cualidades personales despiertan una alarma en nuestro sistema límbico (cerebro emocional) y que de darse, el impacto emocional sería tan profundo, que provocaría que a la siguiente ocasión que uno viera a una persona así, “le saltarían las alarmas”. En realidad esto es lo que se entiende por “flechazo”, y realmente se da, incluso me atrevería a decir que hay un mayor número de probabilidades de que si de ese contacto llega a surgir una relación ésta llegue a confirmarse con el tiempo y al conocimiento mutuo, por la simple razón de que uno está mucho más y mejor predispuesto, lo que es ya en sí un buen comienzo.
Ese momento suspendido en el tiempo, tiene tanto de fascinante, como de ilógico e irracional. Es una conexión especial, elevada e incomparable, que experimenta una sensación de exaltación emocional difícilmente irresistible que hace que lentamente perdamos el freno a la seducción de los sentidos.
Se dice que el 70% de la comunicación humana se expresa a través de lo no-verbal, un lenguaje que incluye gestos corporales (una mirada profunda), silencios, sentimientos…etc., y dicho esto: ¿Quién no ha pensado alguna vez la razón de que a veces cuando vemos a alguien, sentimos una extraña y profunda atracción por esa persona?. Pero como dijo Pascal “el corazón tiene razones que la razón desconoce”.
La cuestión es que esto sucede, y ocurre incluso en personas nada sospechosas de ser consideradas superficiales, ingenuas ó enamoradizas. Y también sucede que suele ser recíproco. La teoría de que ciertas características y cualidades personales despiertan una alarma en nuestro sistema límbico (cerebro emocional) y que de darse, el impacto emocional sería tan profundo, que provocaría que a la siguiente ocasión que uno viera a una persona así, “le saltarían las alarmas”. En realidad esto es lo que se entiende por “flechazo”, y realmente se da, incluso me atrevería a decir que hay un mayor número de probabilidades de que si de ese contacto llega a surgir una relación ésta llegue a confirmarse con el tiempo y al conocimiento mutuo, por la simple razón de que uno está mucho más y mejor predispuesto, lo que es ya en sí un buen comienzo.
Ese momento suspendido en el tiempo, tiene tanto de fascinante, como de ilógico e irracional. Es una conexión especial, elevada e incomparable, que experimenta una sensación de exaltación emocional difícilmente irresistible que hace que lentamente perdamos el freno a la seducción de los sentidos.
